Adriano - 03-07-2009 |
I “sindacati” in Francia, in modo diverso dall’Italia ma della stessa sostanza (l’argent) sono destinatari di soldi che gli vengono direttamente dalle imprese (hanno una percentuale che viene dalla massa salariale e non dagli iscritti) “amministrano” (si fa per dire) cifre importanti con numerosi casi di malversazione portati alla luce e finiti in una bolla di sapone. Sono un potere assoluto in alcune aziende “di stato o parastato” o di importanza “nazionale” e vivono di un assistenzialismo che aiuta i peggiori e soffoca ed infastidisce tante persone di grande volontà e correttezza che vivono in questo paese. Per quanto riguarda i gendarmi… abbraccio i nostri meravigliosi carabinieri ogni volta che torno in Italia. Cow boys di basso rango: se li conosci li eviti!!! |
Sylvia Guzmàn - 03-07-2009 |
No consigo ahora escribir en italiano, lengua hermosa donde las haya que, por otra parte, conozco muy bien, ya que la ira por lo sucedido en París – capital de una de las “democracias” más antiguas y consolidadas de Europa – me corroe las entrañas y apenas me permite hacer otra cosa que no sea gritar, gritar hasta perder la garganta por la infignación y el dolor que siento a causa del atropello brutal a los más débiles, con cuya desdicha infinita me solidarizo desde lo más profundo de mi corazón y de mi conciencia. He sabido no solo por el magnífico artículo de Geppino Aragno, sino por fuentes bien informadas presentes en París, de la tropelía de la que han sido víctimas todos aquellos inmigrantes africanos que, junto a sus familias, desesperados y faltos de cualquier recurso, de documentación en regla (que han intentado solicitar o que, incluso, han solicitado en su momento, exhaustos por tener que dar – con el estomágo vacío y el corazón en un puño – “pasos de ciego” por los interminables laberintos burocráticos de ese sistema legal democrático que, quizá, no se la conceda nunca o, a lo sumo, les facilite una especie de “papel mojado”, de poca valía y pronta caducidad), se han visto en la necesidad de buscar un techo en un inmueble propiedad de la CGT (¡viva la propiedad intocable de los agentes sociales!!!), sindicato histórico de una presunta izquierda charlatana y pervertida que, pese a haber tenido dicho inmueble en absoluto desuso durante largo tiempo, ahora les han faltado los minutos para llamar a las “fuerzas del orden”, con el fin de que expulsaran de ahí, de la peor de las maneras, a los más indefensos, a aquellos que padecen una miseria ancestral producida por la secular y sistemática rapiña occidental – una de ellas, la francesa – en su continente de origen. Francia, desgraciadamente, no es una excepción en el larguísimo listado de las actuales democracias de pacotilla que, entre otras cosas graves, muy graves, viven bien y se suceden mejor a costa de la dignidad y de la piel de los hombres que pueblan este mundo. Un mundo al que pretenden doblegar, a cualquier precio humano, con tal de que el “orden” establecido no solo no se tambalee, sino que se refuerze. Pese a la opresión imperante, cualquiera que sea la raza o la nacionalidad de pertenencia, he de aclarar que soy blanca, europea por familia y por nacimiento, pero siento tal vergüenza de este llamado “primer mundo” que no habré de dudar, mientras me quede un soplo de vida, en ponerme del lado de aquel que esté aún más indefenso que yo, aunque los estómagos agradecidos al sistema establecido decidan tragárseme de un bocado para seguir engordando y, una vez, somnolientos por la digestión, vuelvan a cerrar plácidamente los ojos en una siesta imperturbable. Desde aquí, gracias de corazón a Geppino Aragno, así como muchas gracias, junto a mi respeto y admiración, a todos los compañeros de París que, una vez más, se han enfrentado al poder con inteligencia, buen hacer y valor. Salud y revolución. |
Giuseppe Aragno - 03-07-2009 |
Grazie a te Sylvia. grazie a todos los compañeros de París, come tu li chiami nella tua bella lingua. Non so bene perché, sarà semplicemente follia o qualcosa che somiglia da vicino alla demenza senile, ma più passa il tempo e vedo che la notte si fa buia, più credo fermamente nell’alba che verrà. E mi ripeto due parole vostre, tragiche ed epiche, di cui vi siamo debitori: no pasaran. Non so quanto tempo occorrerà, non conta ch’io lo veda, è certo che verrà. L’alba cancella la notte, è legge di natura, e la luce sicuramente torna. Salud y revoluciòn. Geppino |
Lorenzo Mortara - 03-07-2009 |
Che bello questo articolo, completamente d’accordo! |
Giuseppe Aragno - 03-07-2009 |
Non è bello, Lorenzo. No. E' amaro e agghiacciante come un grido di rabbia impotente. O forse no. Forse è un invito a dire basta, a cercare assieme una via - chi come te comincia e come me si avvia a passare il testimone - per uscire dal tunnell in cui siamo finiti. |
oliver - 03-09-2009 |
Non riesco a capire la tua indignazione o irritazione nei confronti di un mondo che è sempre più chiuso all'interno di circoli privati frequentati da ricchi e ben pensanti. Il mondo è questo. Al di la delle dichiarazioni e degli articoli vorrei sapere chi è per un mondo diverso in cui vengono recuperati valori come la dignità degli uomini senza distinzione di sesso, razza e colore, chi, per cortesia mi si dica. Io sono da quella parte, purtroppo molti ignorano che esiste un altro modo di poter organizzare questo vivere schifoso. |